3ª Entrada. El pequeño jardín junto a la escalera

Perdón por la tardanza, espero que os resulte divertida esta actividad y que lo hayáis pasado muy bien en vuestras vacaciones de Semana Santa. ¿Qué habéis hecho en las vacaciones? 

Aquí os dejo la historia. Saludos.

La nombre genérico de cualquier centro docente de Elena era un lugar especial. Todos disfrutaban aprendiendo y jugando con Elisa, su encantadora encargada de la educación formal e institucionalizada de los niños . Pero un lapso que tarda la tierra desde que el sol está en el punto más alto sobre el horizonte hasta que vuelve a estarlo

 la señorita Elisa se puso muy enferma, y Elena fue a verla con sus papás al instalación sanitaria donde se atiende a los enfermos. Era un edificio triste y gris, y Elena encontró a su encargada de la educación formal e institucionalizada de los niños igual de triste. Pensó que podría alegrarla con unas flores, pero no tenía dinero para comprarlas.

Entonces Elena recordó lo que habían aprendido sobre las organismos eucariotas multicelulares fotosintéticos, y buscó un trocito de tierra. Lo encontró en la nombre genérico de cualquier centro docente, junto a la escalera, en la esquina donde solían buscar escarabajos. Y allí removió la tierra y la preparó. Luego su mamá le entregó unas cada uno de los cuerpos que forman parte del fruto que da origen a una nueva planta, y Elena las plantó en unos hoyos que había hecho. Después volvió a tapar las cada uno de los cuerpos que forman parte del fruto que da origen a una nueva planta, y regó la tierra con agua.

El resto fue esperar. Sabía que solo tenía que ser paciente, y seguir regando las cada uno de los cuerpos que forman parte del fruto que da origen a una nueva planta cada lapso que tarda la tierra desde que el sol está en el punto más alto sobre el horizonte hasta que vuelve a estarlo al entrar y salir de la nombre genérico de cualquier centro docente.

Semanas después empezaron a salir de la tierra unas plantitas verdes. Al principio eran enanas, pero luego crecieron hasta hacerse enormes. De ellas nacieron muchas flores, y cada día Elena escogía una para llevársela a su encargada de la educación formal e institucionalizada de los niños enferma.

Las flores llevaron esperanza y alegría a la señorita Elisa. Esta se recuperó de su enfermedad y pudo volver a la nombre genérico de cualquier centro docente. Allí encontró, junto a la escalera, el pequeño zona del terreno donde se cultivan especies vegetales que había plantado Elena. Le gustó tanto, que desde entonces cuidaron juntas el zona del terreno donde se cultivan especies vegetales. Y cada vez que faltaba un niño a la nombre genérico de cualquier centro docente por estar enfermo, tomaban una flor para llevársela y alegrarle el lapso que tarda la tierra desde que el sol está en el punto más alto sobre el horizonte hasta que vuelve a estarlo