Muerto en casa
Empezaba a oler bastante fuerte.
Mi cuerpo yacía en medio del cuarto de baño. ¡Qué mala suerte había tenido!
Podía haber muerto unos minutos después, porque evidentemente el olor no podía
ser aún causa de la descomposición de mi cuerpo. Tres días sin pasar por la
ducha y, ahora que me había decidido a dar ese importante paso, me escurro y me
doy de bruces con el pico del radiador. Nunca pensé que una cosa tan fácil como
morir pudiese llegar a dar vergüenza. ¡Si al menos me hubiese podido asear un
poquito las manos! Ahora a esperar a que me encuentre alguien, aunque, con lo
poco ocioso que he estado últimamente, no creo que venga nadie a casa a verme.
-
¡Toc! ¡Toc! ¿Hay alguien en casa?
¡Madre mía que vergüenza! ¡Con
todos los cacharros de la cocina sucios! Con lo limpio que yo he sido, y voy a
pasar a la historia como el tonto que se mató sólo en el baño y que era el
hombre más guarro de todo el bloque.
Si la vida concediese segundas
oportunidades tendría una cosa muy clara, no me dedicaría ni a viajar, ni a
experimentar sensaciones fuertes. ¡Lo primero que haría sería contratar un
servicio de limpieza!
-
¿Hay alguien en casa? ¡Dios mío Raquel llama a
un médico!
-
¡Lo que habría que llamar sería a una empresa de
limpieza!
Una descripción de mi profesor ideal.
Difícil tarea la de describir a
un profesor ideal. Probablemente sería más sencillo describir lo que no me
gusta de un profesor, lo que nos llevaría a descubrir fácilmente los pros del
perfecto profesor.
Claramente tiene que ser un
profesor dinámico, porque detesto las clases monótonas. Siempre nos tiene que
hacer interactuar y participar activamente en la clase con preguntas o retos,
que nos hagan exprimir nuestro intelecto. Es imprescindible que nos haga
evolucionar y aprender en los temas relacionados con las nuevas tecnologías. Ha
de impartir conocimientos por encima del nivel que quiere que aprendamos, para
que así nos quedemos en un buen nivel académico. El dar cosas por sabidas
provoca que la gente se tenga que poner las pilas para seguir su asignatura,
por lo que no debe bajar el nivel de enseñanza porque algunos no sigan el ritmo,
sino que debe subir el nivel al menos en las explicaciones (los exámenes ya son
otra historia y debe ponerlos al nivel del resto de profesores de la misma
asignatura). Siempre me gustó que me permitiese interactuar a mitad de clase.
La espontaneidad es otro factor clave a tener en cuenta, ya que siempre me
encantó que a mitad de explicación nos contase anécdotas de su vida.
El lugar más maravilloso
No es de extrañar que toda esta
delicada gente que emerge de las sucias capitales españolas tenga como
predilectas las cálidas islas sureñas o las ruidosas capitales mundiales.
En lo referente a mi parlanchina
persona, puedo asegurar, que por encima de esas apestosas urbes, prefiero mi
dulce Castilla la Mancha. En ocasiones puede ser un lugar áspero debido a sus
abrasantes veranos y a sus oscuros inviernos. Al sulfuroso mariscal nunca le
gustó esto, pero no es de extrañar viniendo de una sombría persona que nunca
dejó de criticar todo lo que no provenía de deshidratante Comunidad Valenciana.
Nunca fui partidario de
menospreciar todas esas insulsas tierras, pero me es imposible no destacar toda
la felicidad que emana mi brillante Villanueva de Alcardete. Siempre que
recorro sus visibles monumentos y sus invisibles senderos, quedo maravillado al
observar sus cálidos colores que arrojan, cada duro día, cálida luz a mi suave
retina.
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